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7 Alimentos para cuidar el hígado

    En el hígado se llevan a cabo cientos de procesos importantes para la salud. Aunque sea un órgano muy resistente, no está de más cuidarlo y, a veces, desintoxicarlo, y para ello conviene recordar los mejores alimentos para cuidar el hígado. Su buen funcionamiento evitará muchos problemas y visitas al médico.

    Alimentos para cuidar el hígado:

    • Aguacates: Los aguacates ayudan a reparar y estabilizar el hígado. En caso de lesión hepática, son muy recomendables por su potencia y porqué tiene, además, otros beneficios para la salud.

    Otros alimentos para cuidar el hígado

    • Verduras crucíferas: Las coles de Bruselas, la col rizada, el brócoli, la rúcula, las hojas de mostaza, los rábanos y la coliflor son verduras ricas en sulforafano, un componente natural que ayuda a desintoxicar y desinflamar el hígado. Se recomienda consumirlas crudas o como brotes en ensaladas.
    • Ajo: El ajo contiene compuestos de azufre que ayudan a desintoxicar el hígado y actúan como antibiótico natural. Además, es antiinflamatorio y antioxidante, y se le atribuyen propiedades anticancerígenas.
    • Cúrcuma: La curcumina, compuesto activo de la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias y puede ayudar en la reparación y regeneración de la función hepática. También ayuda a disminuir la grasa en el hígado.
    • Remolacha: Los fitonutrientes de la remolacha ayudan a activar la liberación de sales biliares y protegen las células del hígado, reduciendo la inflamación.
    • Setas: Las setas contienen compuestos fenólicos, triterpenos, polisacáridos y péptidos que tienen propiedades hepatoprotectoras, es decir, protegen las células del hígado.
    • Aceite de oliva virgen extra: El consumo de una cucharada de aceite de oliva virgen extra en aliños para ensaladas puede mejorar las enzimas hepáticas, reducir la grasa en el hígado, mejorar la sensibilidad a la insulina y actuar como antiinflamatorio.

    Estos alimentos son beneficiosos para la salud del hígado, pero es importante contratar un seguro médico, y así poder consultar fácilmente con un especialista.

    Consúltalo con un hepatólogo:  podrás obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados en caso de problemas hepáticos.

    contratando adeslas podroas consultar directamente con un hepatologo y asi vigilar tu higado

    ¿Por qué con un hepatólogo?

    Consultar a un hepatólogo es beneficioso para prevenir, o cuando se presentan problemas o afecciones relacionadas con el hígado.

    Un hepatólogo es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del hígado, vías biliares y páncreas. Algunas de las razones por las que se puede consultar a un hepatólogo incluyen:

    1. Enfermedades hepáticas: El hepatólogo es el experto en el diagnóstico y manejo de enfermedades hepáticas, como hepatitis viral (como la hepatitis B y C), enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), cirrosis, enfermedad autoinmune del hígado, enfermedades metabólicas del hígado, entre otras.
    2. Evaluación de la función hepática: Si se presentan síntomas o se sospecha un deterioro de la función hepática, el hepatólogo puede realizar pruebas y evaluaciones para determinar el estado de salud del hígado.
    3. Seguimiento de enfermedades crónicas: Si se padece una enfermedad hepática crónica, como la hepatitis crónica o la cirrosis, el hepatólogo puede supervisar el progreso de la enfermedad, realizar ajustes en el tratamiento y brindar recomendaciones para mantener la salud hepática.
    4. Evaluación preoperatoria: Antes de someterse a una cirugía mayor, especialmente si involucra el hígado o las vías biliares, un hepatólogo puede evaluar la función hepática y proporcionar pautas para minimizar el riesgo durante el procedimiento quirúrgico.
    5. Tratamiento de trastornos de las vías biliares: El hepatólogo también está capacitado para tratar afecciones relacionadas con las vías biliares, como cálculos biliares, colangitis o estenosis biliar.

    En cuanto a los conocimientos de un hepatólogo sobre el hígado, poseen un amplio entendimiento de la anatomía, fisiología y patología del hígado.

    Están familiarizados con las pruebas de diagnóstico específicas del hígado, como análisis de sangre, ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, así como con procedimientos más avanzados, como la biopsia hepática o la elastografía hepática. Además, conocen los diferentes tratamientos disponibles para las enfermedades hepáticas, que incluyen opciones farmacológicas, intervencionistas o quirúrgicas, y pueden brindar asesoramiento sobre estilo de vida y cambios en la dieta para promover la salud hepática.

    Aviso: El contenido publicado en esta plataforma tiene fines informativos únicamente y no constituye asesoramiento médico. La información proporcionada no debe ser considerada como un reemplazo de la consulta con un médico o profesional de la salud cualificado. Cada situación médica es única y requiere una evaluación individualizada. Se recomienda encarecidamente buscar el consejo y la orientación de un médico antes de tomar cualquier decisión relacionada con la salud.

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