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¿Qué riesgos hay en un parto?

    El parto puede presentar varios riesgos tanto para la madre como para el bebé. Algunos serían los siguientes:

    • Riesgo de Hemorragia: La hemorragia es un riesgo común durante el parto y puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo la ruptura uterina, la retención de la placenta, la laceración del cuello uterino y la distocia.
    • Riesgo de Infección: Las infecciones pueden ocurrir durante el parto, ya sea en la madre o en el bebé. Estas infecciones pueden ser causadas por bacterias presentes en el tracto genital de la madre, por el contacto con otros pacientes infectados en el hospital o por una mala higiene durante el parto.
    • Riesgo de lesión del bebé: Las lesiones del bebé pueden ocurrir durante el parto, especialmente si el bebé es grande o si el parto se complica. Estas lesiones pueden incluir fracturas de huesos, daño en los nervios y problemas respiratorios.
    • Riesgo de Prolongación: Un parto prolongado puede ser agotador tanto para la madre como para el bebé. Entre el momento que empiezan las contracciones, hasta el momento de dar a luz, pueden pasar muchas horas (a veces 18 horas, o más). Puede aumentar el riesgo de infecciones, hemorragias y lesiones del bebé.
    • Complicaciones de la epidural: Si la madre recibe una epidural para aliviar el dolor durante el parto, pueden ocurrir complicaciones, como una baja en la presión arterial, dolor de cabeza o daño en los nervios. También puede ocurrir que el efecto anestésico se reduzca antes de lo previsto, o que se «despierte» un lado antes que el otro, lo que podría ser muy doloroso.
    • Riesgos de la cesárea: Si se realiza una cesárea, pueden ocurrir complicaciones, como infecciones, hemorragias, daño en los órganos y complicaciones con la anestesia.

    Es esencial que las mujeres embarazadas reciban un seguimiento prenatal adecuado y que consulten constantemente al ginecólogo para minimizar los riesgos del parto.

    Riesgo del fórceps:

    El fórceps es una técnica frecuente cuando el parto vaginal se dificulta . Un estudio publicado en la revista American Family Physician en 2010 indica que el uso de fórceps se asocia con una tasa de lesiones neonatales del 3 al 8% y una tasa de lesiones maternas del 5 al 10%.

    También se reportó, en 2013 en la revista Obstetrics & Gynecology, una tasa de complicaciones maternas del 7,1% y una tasa de complicaciones neonatales del 4,4% 

    Es decir, de cada 100 partos, el fórceps provoca lesiones en menos de 10. Las complicaciones más frecuentes son:

    1. Lesiones en la madre: El uso de fórceps puede causar laceraciones vaginales, desgarros en el perineo y dolor en el área vaginal.
    2. Lesiones en el bebé: Los fórceps pueden causar lesiones en el bebé, como moretones en la cabeza, hematomas, hemorragias cerebrales y daño en los nervios.
    3. Trauma en el cuello: El uso de fórceps puede causar un estiramiento excesivo del cuello del bebé, lo que puede resultar en una lesión en la médula espinal o el cerebro.
    4. Problemas respiratorios: El uso de fórceps puede aumentar el riesgo de problemas respiratorios en el bebé, ya que la presión ejercida sobre la cabeza del bebé puede dificultar la respiración.

    El uso de fórceps solo debe realizarse en situaciones en las que sea necesario y siempre bajo la supervisión de un profesional experimentado. En algunos casos, podría ser necesario realizar una cesárea si el uso de fórceps presentara demasiados riesgos para la madre o para el bebé.

    Riesgo de la cesárea:

    La cesárea, como cualquier procedimiento quirúrgico, tiene riesgos asociados, como infección, hemorragia, lesión de órganos, complicaciones respiratorias y problemas de lactancia. 

    Además, la recuperación puede ser más prolongada y la madre corre un mayor riesgo de necesitar cesáreas en futuros embarazos.

    Ventajas de la cesárea:

    La cesárea puede tener ventajas en ciertos casos, como cuando hay complicaciones médicas que hacen que el parto vaginal sea riesgoso para la madre o el bebé. En estas situaciones, la cesárea puede ser una forma segura y efectiva de garantizar el nacimiento del bebé y la salud de la madre. Además, la cesárea programada puede ser conveniente para algunas mujeres que desean planificar el nacimiento de su bebé con anticipación. En estos casos, la cesárea puede ser una opción segura y efectiva para el parto.

    En la cesárea, el bebé se extrae a través de una incisión quirúrgica en el abdomen y el útero materno, por lo que la vagina de la mujer no sufre lesiones durante el parto. En este sentido, podría considerarse como una ventaja de la cesárea. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cesárea es una cirugía mayor que conlleva riesgos y una recuperación más prolongada que el parto vaginal. Además, la decisión de optar por una cesárea no debe basarse únicamente en este factor, sino en consideraciones médicas y personales específicas de cada caso.

    Uso de ventosas:

    El uso de ventosas en el parto es una técnica médica que se puede utilizar en ciertos casos para asistir en el proceso de extracción del bebé durante el parto. Solo se debe considerar si el parto vaginal presenta dificultades. El uso de ventosas puede ser útil en casos en los que la madre se está fatigando y no puede seguir empujando, o cuando el bebé está en una posición difícil de alcanzar, entre otras situaciones.

    Aunque el uso de ventosas puede ser beneficioso en algunos casos, también presenta ciertos riesgos, como lesiones en el cuero cabelludo del bebé, hematomas o sangrado. Los profesionales que asisten al parto tomarán las precauciones necesarias para garantizar un parto seguro.

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